El mito de la creación artística personalizada
Cuando alguien se tatúa, suele dar por hecho que el diseño que lleva en la piel ha sido creado específicamente para él. Que el tatuador ha entendido su idea, la ha interpretado artísticamente y ha generado una pieza única. Pero en la mayoría de los casos, eso no es verdad. Lo que se tatúa no es arte original, sino una copia, un collage o una imagen directamente tomada de internet o de bancos de diseño.
🔹 Experiencia personal
Cuando me ofrecieron trabajar de manager en un estudio de nivel por mi formación, esperaba encontrarme a artistas creativos al final del día, repasando bocetos, garabateando ideas o tirando líneas con lápiz. Lo típico que imaginas cuando se habla de arte. Pero lo que vi fue otra cosa.
Había ocho o nueve tatuadores, cada uno frente a su tablet, buceando entre imágenes sacadas de internet, bancos de diseño o Pinterest. Algunos simplemente pegaban una imagen que ya existía. Otros hacían collages rápidos. El objetivo era claro: encontrar una solución eficaz, para salir a su hora y tener listo el diseño del día siguiente.
Solo dos de ellos dibujaban realmente: uno especializado en anime y otro en estilo oriental. Partían de esbozos hechos a mano y los convertían en diseños alucinantes. El resto del estudio los miraba como si hicieran magia negra, y era verdad: eran otra liga.
Lo que más me impactó es que todos tatuaban bien. Técnicamente eran muy buenos. Pero artísticamente, muchos de ellos no sabían dibujar ni una calavera simple. Y yo, con años en el mundo de la ilustración, jamás imaginé que pudiera haber tanta distancia entre saber tatuar y saber dibujar. Pero sí, la hay. Y es enorme.
🔹 Copiar en el tatuaje no está mal visto… dentro del gremio
Y lo peor: copiar ilustraciones de internet no es ningún problema dentro del mundo del tatuaje. No está penalizado, ni mal visto, ni siquiera se esconde demasiado, es decir el arte de internet es arte compartido y no se cuestiona.. no conozco ningún otro arte donde el plagio masivo se aplauda…. Incluso copiar un tatuaje ya hecho sobre la piel de otra persona —lo que debería ser un tabú total— se acepta sin pestañear en muchos estudios, pero que no se entere nadie.
¿Cómo lo sé? Porque lo he comprobado. Ha sido muy sencillo, me he comunicado por correo o whatsApp con estudios de Bizkaia con una foto de un tatuaje ya hecho, y he preguntado directamente:
“¿Me lo podéis hacer tal cual?” Y así, sin sugerirme ni un cambio, sin plantear una reinterpretación, sin mostrar reparo alguno, solo precio. 300, 400, 500. Como quien cobra por imprimir una hoja a color. » Te lo dejamos clavado»…y es que si facilitas el diseño eres mas que bienvenido. Resultado, mismas rosas, relojes, mandalas, leones etc,etc, todo ello bajo el convencimiento del cliente de que su tatuaje es especial.
🔹 El cliente tiene derecho a saber qué está pagando
Por eso este tip es esencial. Porque como cliente tienes derecho a saber de dónde ha salido el diseño que te estás tatuando. ¿Es una ilustración original? ¿Es una adaptación hecha con inteligencia artificial? ¿Es un diseño copiado directamente de internet? ¿Está basado en otro tatuaje? ¿Ha sido creado por el tatuador, por otra persona, o comprado?
Y si no te lo explican… pregunta. Porque el hecho de estar pagando no debería hacerte sentir incómodo por querer saber. Lo que estás metiendo en tu piel debería tener un origen claro, no una trastienda opaca que nadie quiere mostrar. Eso si advierto que si preguntas esto, la escena posterior puede ser surrealista, el «artista» no esta listo para dar ese tipo de explicaciones ya que nadie se las ha pedido nunca, así que prepárate para verle incomodo, improvisando argumentos y defendiendo su» proceso creativo». Para evitar situaciones incomodas, mejor sería aclararlo desde el principio y decidir partiendo ahí.
🔹 Conclusión: no asumas nada, exige claridad
Este tip no va de atacar al gremio. Va de romper la ingenuidad con la que muchos clientes se acercan al tatuaje, pensando que todo lo que reciben es fruto de un proceso artístico exclusivo y genuino. Y no lo es. A veces es simplemente un Ctrl+C / Ctrl+V bien envuelto.
Por eso, antes de tatuarte, hazte esta pregunta:
¿De dónde sale el diseño que me estoy tatuando?
Si no hay una respuesta clara, igual te estás tatuando más humo que arte.