Hablemos claro: los precios del tatuaje no tienen por qué ser un misterio. Hay una lógica detrás —y cuando no la hay, hay abuso.
Empezamos con lo más sangrante: los tatuajes pequeños. Hay tatuadores que, en lugar de decir “no hago piezas minimalistas”, lo que hacen es cobrarte cien o ciento cincuenta euros por un trabajo que no lleva ni quince minutos. ¿La excusa? “Tengo un nombre, un caché, y mi tiempo vale oro”. Pues no. El tiempo vale lo que vale, y el material de un tatuaje pequeño cuesta entre cinco y diez euros. Y dedicarte media hora, incluyendo preparación, tampoco es para cobrarte como si fueras a ver a un neurocirujano privado.
Un tatuador promedio cobra entre ochenta y cien euros la hora. Uno con mas caché 150. Por tanto, un tatuaje pequeño debería moverse entre cincuenta y ochenta euros, siendo generosos. Si te piden 100-150 por una palabra o un diseño de línea fina que se hace en 20 minutos, ya sabes: te están vaciando el bolsillo con una sonrisa.
Y luego están los trabajos grandes, que sí, pueden ir por sesiones o tener un precio cerrado. Pero aquí hay matices. Si el diseño no está totalmente definido, es lógico que no te den un precio final. Forzarlo puede hacer que el tatuador se cubra las espaldas inflando el presupuesto “por si acaso”. Lo razonable es que te orienten por tiempo: una manga completa puede llevar entre veinte y cincuenta horas, y el precio debería multiplicar eso por el precio por hora, no por inspiración divina.
¿El resumen? Haz tus propios cálculos. Pregúntale cuánto tiempo crees que va a durar el trabajo y multiplica por ochenta, cien o ciento veinte. Si el resultado te cuadra con lo que te piden, perfecto. Si no… sal por la puerta antes de que te tatúen también la tarjeta de crédito. y sobre todo cuidado que yo he pedido presupuestos en estudios que no considero ni en el top 10, que piden barbaridades y lo justifican con «yo tengo un nombre» —-SÍ —PERO SOLO LO CONOCE TU MADRE—- alejaros de egocéntricos, la -única respuesta elegante para un precio elevado sería, yo te ofrezco algo que los demás no pueden o el trabajo de preparación o diseño va a llevarme un montón de horas y también hay que cobrarlas. Obviamente existen las estrellas del tatuaje, con cientos de miles de seguidores en redes,altísimo nivel técnico y con agendas imposibles, pero no es de esos pocos de los que queremos hablar. Si te tatua una estrella pues pagaras lo que tu creas oportuno, pero desengáñate, debajo de tu casa normalmente no hay ninguno.